Catalina González Restrepo

Paraísos y cortes

Seis cancioncillas (de agua salada)

Paraísos y cortes

Siempre tres personajes, quizá cinco. En el centro, sentado en su trono, el

rey; su corona ilumina todo el recinto. A su derecha, una princesa, a los pies

de ésta, el bufón. Nadie sabe que ella es amada por los dos y que los ama en

silencio. Atrás, a la izquierda, otra princesa con el mismo secreto. En medio

de las dos, un romance y un príncipe que las corteja. Los días se van en lazos

que se unen y se desatan. Cada uno carga con su tristeza. Afuera, la riqueza

y el esplendor.

Seis cancioncillas (de agua salada)

Esta tendencia mía

de reír como los muertos,

apretar los dientes,

mirarme de reojo en el espejo,

pedirte hasta el alba,

llegar hasta la sangre.

II

El manantial era rojo.

Los ríos, culebras escarlatas,

lágrimas de fuego,

llamas del cielo.

III

Cae la persistente gota,

agujerea mi palma

y se resbala.

El papel corta,

descascaro mis labios,

me voy devorando.

IV

Protégeme de mí, amor mío,

de mis cansadas manos,

mis ojos ausentes,

las palabras que desgarran.

V

Duermo en tu sueño,

me pierdo,

anochezco en tu espalda,

como extraños en el desierto.

VI

¿Quieres beber del inagotable oasis?