Estado que empieza a lograrse cuando aparece la noción de identidad.
Resultado de atreverse a ser uno mismo.
Sueño que casi nunca se realiza totalmente.
Postura ética que consiste en ser coherente con las propias convicciones, sin rendirse frente a ninguna tentación de poder.
Algo que se permite a los demás por respeto y se alienta en los que queremos, precisamente por amor.
Conquista de las naciones que nace de un deseo de emancipación, de autodeterminación y de un sentimiento de dignidad.