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Sin alcanzarle el sentido
Hoy es nueve de julio y en mi país
le dicen día de la independencia
como si hubiera sido así y aún
no anduviéramos independizándonos
siempre y sin lograrlo de la maldita
hambruna que nos encadena a éstos
de aquí y a los de afuera mientras ellos
festejan con cinta celeste y blanca
es la pena más negra la de la panza
vacía, negros los dientes cariados,
la bronca negra y negro el aliento
del que no tiene trabajo, señores
tan trajeados pidiendo palo al grito
de saquen ya estos negros y se mueran
solitos donde nadie los ve, ¿qué
me querés?, qué nomás ha sucedido
sin alcanzarle el sentido a la dicha
independencia de mi país, blanco
y celeste sobre el lomo de la historia
siempre vuelta al rojo aunque les pese
cortando puentes y no la muerte
a escondidas donde el nueve se acomoda
en su mentira noventa veces nueve
y se festeje, algo sobre la tierra
Independencia
La palabra' independencia' deriva su actualidad de las efemérides que comienzan a celebrarse en las repúblicas americanas a partir de 2010. Según este significado, la independencia consiste en trasladar el poder del estado a esta orilla del Atlántico, multiplicando así el número de estados: el problema consiste en que no todos los americanos se hayan vuelto más independientes por el hecho de que el poder represor esté más cerca.
San Juan Crisóstomo se pregunta cuál es más independiente entre una ciudad habitada solamente por ricos y otra habitada solamente por pobres y concluye que es más independiente esta última. En una ciudad abandonada por los pobres, los ricos no tendrán quien les cocine, quien lave sus ropas, quién limpie sus mansiones, quien trabaje en sus haciendas y sus fábricas, quien las cuide y quién meta a la cárcel a los ladrones (en una ciudad de sólo ricos, supongo, no faltarán los ladrones).
Una ciudad en donde sólo hay pobres, no harían falta los ricos para nada, pues la tierra la cultivan los pobres y todos los trabajos los harán los pobres para ellos mismos. Dice el padre de la iglesia: "Para construir no hace falta ni oro, ni plata, ni perlas sino el trabajo de las manos, y no de cualquier tipo de manos, sino de manos llenas de callos, de dedos duros y de brazos fuertes". ¿Para qué sirven entonces los ricos?", se pregunta el santo -y sabio-. Y se contesta: "Para destruir la ciudad de los pobres".
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